Historia
¿Qué es el Budismo Zen?
Zen, o Budismo Zen, es una escuela de la rama del budismo Mahāyāna que se originó en China durante la dinastía Tang (llamado Chán en chino). El budismo Chán se convirtió en varias otras escuelas, incluidas muchas escuelas Zen japonesas, a las que a veces se refiere el término Zen.
La palabra Zen es la abreviación de “zenna” que es la pronunciación japonesa de la palabra china 禪那 (chánnà), que a su vez proviene de la palabra sánscrita dhyāna, que significa ‘meditación’. Cabe destacar que el maestro japonés Daisetsu Teitaro Suzuki iguala el dhyāna con el Zazen (en chino 坐禅 zuòchán, ‘meditación sentado’).

Zen enfatiza la rigurosa práctica de la meditación sentada (Zazen), la comprensión de la naturaleza de la mente (見 性, Ch. jiànxìng, Jp. kenshō, “percibir la verdadera naturaleza”) y la expresión personal de esta visión en la vida diaria, especialmente en beneficio de los demás. Como tal, desestima el mero conocimiento intelectual y favorece la comprensión directa (prajñā) a través de la práctica espiritual y la interacción con un maestro consumado.

En el budismo Zen se habla de la transmisión de mi espíritu a tu espíritu
Cuando el budismo llegó a China desde Asia Central y la India, inicialmente se adaptó a la cultura china. El budismo estuvo expuesto a las influencias confucianistas y taoístas. La terminología taoísta se utilizó para expresar las doctrinas budistas en las traducciones más antiguas de textos budistas.
Los primeros reclutas budistas en China eran taoístas. Desarrollaron una gran estima por las técnicas de meditación budista recientemente introducidas, y las combinaron con la meditación taoísta. Los representantes del budismo chino temprano como Sengzhao y Tao Sheng fueron profundamente influenciados por las obras clave taoístas de Laozi y Zhuangzi. En este contexto, los conceptos taoístas como la “naturalidad” fueron heredados por los primeros discípulos de Chán.
El Zen no se introdujo en Japón, como una escuela separada hasta el siglo XII, cuando Myōan Eisai viajó a China y regresó para establecer un linaje Linji. Décadas más tarde, Nanpo Shōmyō (1235-1308) también estudió las enseñanzas de Linji en China antes de fundar el linaje japonés Otokan, el linaje más influyente y el único superviviente de la escuela Rinzai en Japón. En 1215, Dōgen, un contemporáneo más joven de Eisai, viajó a China, donde se convirtió en discípulo de Tiantong Rujing, un maestro de la escuela Caodong. Después de su regreso, Dōgen estableció la escuela Sōtō, la rama de Caodong japonesa.
Zen en el oeste
Hasta el siglo XIX se sabía poco del budismo en Europa a excepción de los comentarios que los misioneros cristianos habían realizado desde el siglo XVI. En sus descripciones se encuentran las primeras impresiones sobre el budismo de Japón y China. Si bien a través de esto llegaron descripciones sobre rituales y comportamiento, no llegaron apenas comentarios más detallados sobre temas doctrinales o de prácticas de meditación. La inquisición efectuó un severo control sobre todo este material, aunque la influencia de las prácticas contemplativas del Zen es visible en destacados personajes del cristianismo de aquel tiempo, especialmente jesuítas.

No será casi hasta la entrada del siglo XX, cuando la enseñanza y práctica del Zen definitivamente aterriza en Occidente de manera abierta. En 1893 se celebra en Chicago el Parlamento mundial de las Religiones, en donde el monje Shaku Soyen imparte una charla llamada «La ley de causa y efecto como fue enseñada por Buda». Esta charla fue traducida por Daisetsu Teitaro Suzuki, quien sería recomendado por el mismo Soyen a Paul Carús para traducir textos del sánscrito, pali, japonés y chino. Suzuki empezaría una amplia actividad difusora del Zen, primero como profesor de universidad y posteriormente como conferenciante y escritor alrededor del mundo. Influenció a nombres claves de la intelectualidad europea, desde Einstein a Jung, pasando por Heidegger, Picasso, y un innumerable repertorio de figuras indispensables de la historia moderna. Suzuki unía la erudición en idiomas a la comprensión y realización personales, lo que ha hecho de su legado una referencia del budismo en Occidente. Algunas de sus traducciones de gran complejidad, como la del Sutra del Lankavatara, siguen siendo de referencia en el ámbito académico, y sus obras más populares como Ensayos sobre el budismo Zen han sido leídas por casi todas las personas que han querido adentrarse en el conocimiento de esta tradición budista. A su muerte, los principales templos de todo Japón quemaron incienso en su honor.
A mediados del siglo XX, y en medio de la contracultura de la generación beat, aparecen de manera más o menos masiva muchos practicantes occidentales tanto en Europa como en Norteamérica. Nombres como Alan Watts, Shunryu Suzuki o Philip Kapleau, establecerán al Zen en Occidente como una influencia ya del todo visible. Shunryu Suzuki se implanta sobre todo en el Oeste en San Francisco donde existe el templo que el fundó, siguiendo también la tradición soto. Desde entonces y al igual que ocurre con el resto de las tradiciones budistas, el Zen en Occidente recorre un camino de mayor conocimiento sobre su origen histórico así como definiendo aspectos propios para encajar mejor en la cultura occidental. Numerosas escuelas se han ido estableciendo tanto en Europa como en Estados Unidos y Australia. En Europa destaca la red de centros fundados por el japonés Taisen Deshimaru, de la tradición Sōtō. En Estados Unidos se han implantado centros y monasterios de Rinzai y Sōtō, como el Magnolia Zen Center en Pensacola y la Fundación Zaltho ambas fundadas por Claude AnShin Thomas. Al mismo tiempo, se ha implantado el Zen de otros países como Corea por vía de la escuela chogye.