Meditación y Salud

Conferencia impartida el 21 de mayo de 2021

¿LA MEDITACION puede mejorar la salud?

La respuesta es que sí.

¿Qué es la meditación? Es la forma de encontrarse con el cuerpo y la respiración y la mente en un espacio físico.

La meditación no es una religión, es una técnica milenaria, que nos permite conectar con nosotros mismos, y adquirir una mayor consciencia y sobre todo permite descubrir el estar aquí y ahora con nosotros mismos y con nuestro entorno. Uno aprende a estar aquí y ahora, estar en el momento presente.

Ni tus peores enemigos,
pueden hacerte tanto daño,
como tus propios pensamientos.
Budha

La meditación es una técnica, un proceso para aquietar la mente, no dejar invisible al cuerpo y conseguir una armonía entre el cuerpo, la respiración y la mente.

Se consigue con la posición de loto, semi loto, o sentado en un zafú, con la espalda recta, al quedar sobre el tercio primero del cojín o zafú, las manos entrelazadas, y la columna recta como si un hilo tirase de la cabeza hacia arriba hacia el cielo, y la zona del coxis tirase otro hilo hacia la tierra. Es la unión de esta manera entre el cielo y la tierra. Es una posición muy antigua, tiene casi 4000 años de antigüedad. Y es la forma en que budha se realizó.

Tenemos la posición, con la armonía del cuerpo que se hace visible, armonizamos cuerpo y respiración, logrando la quietud de la mente, logrando disminuir el automatismo de la mente, (el mono loco que nos vuelve loco). No sumergiéndonos en los pensamientos que pasan como las nubes, sin inmiscuirnos en ellos ni identificarnos con ellos. Con la posición tenemos la quietud. Con la quietud logramos la tranquilidad, con la tranquilidad va deviniendo la serenidad. Con la serenidad logramos el aumento de consciencia y la atención plena. Con todo ello penetramos en el momento presente, en el aquí y ahora y con todo ello vamos consiguiendo la serenidad.

Conseguimos hacer visible al cuerpo, con todas sus dolencias en la posición de sentado en el zafú, si logramos armonizar cuerpo y respiración, somos conscientes de ambas cosas, del cuerpo, de todo el cuerpo, es el darse cuenta en un momento presente, en el aquí y ahora, y armonizando ambas cosas y estando presente, sobre todo a través de la respiración conseguimos despegarnos del mono loco, de la multitud de pensamientos que con su automatismo nos secuestran del momento presente.

Con todo ello sin buscar nada; logramos estar conectados con el momento presente. Esa conexión se logra al estar plenamente atentos al momento. Dándonos cuenta de todo lo que nos sucede en nosotros mismos así como en todo nuestro entorno. Comenzaremos a encontrarnos a nosotros mismos, en ese darse cuenta, y dejando que la presencia, el observador aparezca en nosotros.

Si te pierdes en el bosque, no estás realmente perdido. Cuando de verdad estás perdido,es cuando te olvidas de quien eres.
Ajahn Chah

Estamos aquí sólo un instante: llénalo de felicidad, armonía, tranquilidad y alegría.
Meditar, hacer Zazen, es como hacer un viaje por mar.
Hay días de calma, y otros días de intensa tempestad y borrasca; simplemente hay que mantenerse en la postura, y dejar que aparezca nuevamente la calma.
Cuando consigas alcanzar la percepción y comprensión puras, el nacimiento y la muerte dejarán de inquietarte, serás libre de partir o de quedarte y no necesitarás buscar milagros porque éstos vendrán solos.
Maestro Zen Linji

Para explicar mucho más como se serena el cuerpo y con ello el espíritu, contaré un cuento, ya que durante miles de años los cuentos han servido como analogías o metáforas para poder explicar mucho mejor una situación o un proceso.

La psicología de los Budhas

Un día Buda pasaba a través de un bosque. Era un caluroso dia de verano y tenía mucha sed. Le dijo a Ananda, su principal discípulo:

–Ananda, regresa. Cuatro o cinco kilómetros más atrás hemos pasado por un pequeño arroyo. Tráeme un poco de agua. Llévate mi cuenco de mendicante. Tengo mucha sed y estoy cansado-. Había envejecido.

Ananda volvió hacia atrás, pero cuando llegó al arroyo, acababan de cruzarlo unas carretas tiradas por bueyes que habían enturbiado el agua de todo el arroyo. Las hojas muertas, que estaban reposando en el fondo, habían subido a la superficie; este agua ya no se podía beber; estaba demasiado sucia. Regresó con las manos vacías y dijo:

–Tendrás que esperar un poco. Iré por delante. He oído que a sólo cuatro o cinco kilómetros de aquí hay un gran río. Traeré el agua de allí.

Pero Buda insistió, dijo:

–Regresa y tráeme el agua de ese arroyo.

Ananda no podía entender la insistencia, pero si el Maestro lo dice, el discípulo tiene que obedecer. Viendo el absurdo de la situación -que de nuevo tiene que caminar cuatro o cinco kilómetros, y sabe que no vale la pena beber ese agua- él va. Cuando se está yendo, Buda le dice:

–Y no regreses si el agua sigue estando sucia. Si está sucia, siéntate en la orilla en silencio. No hagas nada, no te metas en el arroyo. Siéntate en la orilla en silencio y observa. Antes o después el agua volverá a aclararse, y entonces llena el cuenco y regresa.

Ananda volvió hasta allí. Buda tiene razón: el agua está casi clara, las hojas se han desplazado, el polvo se ha asentado. Pero todavía no está totalmente transparente, de modo que se sienta en la orilla observando cómo fluye el río.

Poco a poco, y finalmente, el agua se vuelve cristalina … Entonces entiende por qué Buda había insistido tanto. Había un cierto mensaje en esto para él, y lo había entendido!!!

Rebosante de alegría, regresa bailando hasta Buda. Le entrega el agua y, postrado a sus pies, le da las gracias al Buda.

-¿Qué estás haciendo? –dice Buda- Soy yo el que debería darte las gracias por traerme el agua-.

Y Ananda le replica:

–No, soy yo! ahora puedo entender. Primero me enfadé; no lo demostré, pero estaba enfadado porque me pareció absurdo regresar. Pero ahora he entendido el mensaje. Esto es lo que en realidad necesito en este momento. Ahora puedo entender que con la mente ocurre lo mismo. Sentado en la orilla de ese pequeño arroyo, tomé consciencia de que era igual que mi mente. Si me meto en el arroyo lo volveré a ensuciar. Si me meto en la mente provocaré más ruido, empezarán a aparecer más problemas, a emerger más pensamientos, más quejas. Sentándome a un lado del arroyo he aprendido la técnica; ahora sé que debo mirar mi mente sin interferir en ella… Ahora me sentaré también a un lado de la mente, observándola con todos sus problemas, con todas sus suciedades y hojas muertas, con sus dolores y heridas, con sus recuerdos y pensamientos, con sus deseos y aversiones… Me sentaré indiferente en la orilla y esperaré al momento en el que todo esté claro”.

Hay este elemento fundamental que aparece al final del cuento, que es donde aparece lo que ananda ha aprendido, ha adquirido como experiencia.

Sentado en la orilla de ese pequeño arroyo, tomé consciencia de que era igual que mi mente. Si me meto en el arroyo lo volveré a ensuciar. Si me meto en la mente provocaré más ruido, empezarán a aparecer más problemas, a emerger más pensamientos, más quejas. Sentándome a un lado del arroyo he aprendido la técnica; ahora sé que debo mirar mi mente sin interferir en ella… Ahora me sentaré también a un lado de la mente, observándola con todos sus problemas, con todas sus suciedades y hojas muertas, con sus dolores y heridas, con sus recuerdos y pensamientos, con sus deseos y aversiones… Me sentaré indiferente en la orilla y esperaré al momento en el que todo esté claro.

Serenar mediante no interferir con la mente, serenarse mediante el zazen, la meditación permite serenar el cuerpo y la respiración al no interferir con los pensamientos, con el automatismo constante de la mente, con sus idas y venidas de la mente, como un mono loco.

A MEDITAR SE APRENDE MEDITANDO

La propia experiencia de uno sentado en el zafú, sin esperar nada a cambio, sin buscar. Los resultados vienen por si mismos. Sin buscar nada, SINKANTANZA.

El único secreto de la Meditación Zen, está en el zazen, en la posición.

Cuando al no esperar nada, todo llega.

Aprender a meditar es aprender a estar uno consigo mismo. Y sobre todo aprende estar en silencio y en el silencio, descubriendo un elemento fundamental y transformador, ya que el silencio es curativo.

Uno aprende a saber estar, a no resistirse ante el dolor, y sobre todo aprende a no huir, saber estar presente es no huir, sino afrontar todo lo que nos sucede y sentimos y sobre todo el dolor que nos surge al estar tiempo sentado en el zafu. Dolor en las extremidades, en el cuerpo, en la columna, teniendo dolores y contracturas y observándolos como elementos nuestros no extraños, el dolor no es de otro, no es del otro. No lo podemos separar de nosotros mismos, y nombrarlo y etiquetarlo como si fuera algo extraño a nosotros mismos; es nuestro dolor, el dolor es uno mismo, soy yo mismo. Con ello aparece resistencia, coraje, flexibilidad aceptación y sobre todo respeto.

Es muy importante el respeto ante uno mismo, porque con ello aprendemos a respetar a todo nuestro entorno. Haciéndonos visibles, hacemos visibles a todos los que nos rodean, al estar presentes hacemos presentes a todos los que nos rodean y al tener respeto respetamos a todos los que nos rodean.

Todo ello nos permite conectar con nosotros mismos y conectar con la calma y la serenidad.

Reduciendo con ello la ansiedad, elemento fundamental del estrés. El estrés es la gran epidemia de nuestra sociedad y con ello de todos los procesos que genera a nivel del cuerpo y del espíritu y con ello, las enfermedades que atraemos por no saber estar con nosotros mismos y con el mundo.

La ansiedad aparece por no entender el mundo, por resistirnos al mundo. Por crear expectativas no reales, y por resistirnos al cambio del mundo.

SOLO LO IMPERMANENTE ES REAL

Algunos maestros zen dicen que meditar es «tocar el corazón» del ser humano.

Efectos a nivel físico

Una investigación en Massachusetts en 2006 evaluó si la práctica de la meditación podría estar asociada con cambios en la estructura física del cerebro. La metodología consistió en seleccionar a 20 meditadores con experiencia y a 15 personas sin experiencia como grupo de control. Los participantes de meditación y en el grupo de control fueron emparejados por sexo (meditadores 65% hombres, controles 67%), edad (meditadores 38.2 años, controles 36.8 años), raza (ambos grupos 100% caucásicos) y años de educación (meditadores 17.3 años, controles 17,4 años).

Todos los participantes eran física y psicológicamente saludables. A través de imágenes por resonancia magnética ( RMN) se midió el grosor de la corteza cerebral. Se evidenció que las regiones cerebrales asociadas con la atención, la interocepción y el procesamiento sensorial fueron más espesas en los participantes de meditación que los controles emparejados, incluida la corteza prefrontal y la ínsula anterior derecha. El estudio concluye que la meditación puede estar asociada con cambios estructurales en áreas del cerebro que son importantes para el procesamiento sensorial, cognitivo y emocional. Los datos sugieren además que la meditación puede afectar la reducción de la estructura cortical asociada al envejecimiento.

Efectos en la reducción del estrés.

Algunas técnicas de meditación parecen ayudar a mantener la concentración y reducir las consecuencias del estrés.

Existen indicios que muestran que al menos dos tipos de meditación producen cambios en el hipocampo o la ínsula. Estos mecanismos podrían ayudar a mejorar la memoria.

Al analizar la actividad cerebral durante la meditación, usando un electroencefalograma, se puede apreciar que se pasa de las ondas beta (actividad normal, consciente y alerta, de 15-30 Hz) a ondas alfa (relajación, calma, creatividad, 9-14 Hz). En la meditación más profunda se pueden registrar ondas theta (relajación profunda, solución de problemas, 4-8 Hz) y en meditaciones avanzadas se puede detectar la presencia de ondas delta (sueño profundo sin dormir, 1-3 Hz).

Ejercitar la Meditación, puede aumentar su atención plena y con ello, la meditación puede ayudarla a controlar el estrés y en caso que tuviera tensión arterial elevada o insomnio, la meditación puede lograr que la hipertensión arterial disminuya o incluso dormir mejor, sentirse más equilibrada y conectada e incluso reducir el riesgo de padecer cardiopatías.

La meditación y la atención plena son ejercicios, que a menudo utilizan la respiración, la contemplación silenciosa o una atención constante en algo, como una imagen, una frase o un sonido, que lo ayudan a dejar de lado el estrés y sentirse más tranquila y en paz.

Tómeselo como una introspección hacia uno mismo, un viaje hacia el interior de uno mismo. El estrés es el sistema de alarma natural del cuerpo. Libera unas hormonas llamadas adrenalina y cortisol, que aceleran la respiración y aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Nos pone en acción, lo que puede ser bueno cuando nos enfrentamos a un peligro real o tenemos que realizar una tarea; pero muchas veces los peligros o situaciones a las que nos enfrentamos en nuestra vida própia, no son reales. Forman parte de nuestras fantasías, que aunque sean fantasías, son lo más real que tiene uno consigo mismo. Según algunos estudios la Meditación reduciría la ansiedad e incluso la depresión al disminuir la liberación de las citocinas indicadas (adrenalina y cortisol).

Pero esa respuesta de “lucha o huida” puede afectar a todo nuestro cuerpo, cuando dura demasiado o es un estado habitual, es decir cuando cronifica en el tiempo; lo que se llama estrés crónico. El estrés crónico genera en la persona, dificultades para dormir (insomnio), puede generar también el síndrome del intestino irritable; también observaremos personas que indican presentar fibromialgia y fatiga crónica, y a veces un estrés postraumático importante. Entonces es cuando la meditación y la atención plena proporciona un método para controlar el estrés de forma más saludable, disminuyendo la sintomatología y patología indicadas.

Como podemos ver la relación entre ansiedad, estrés e insomnio, pueden llegar a generar cantidad de situaciones y patologías dentro del contexto de la enfermedad psicosomática e incluso ir más allá.

La meditación mediante la disminución de la ansiedad y con ello del estrés, puede reducir la tensión a nivel muscular y arterial, mejorando con ella la tensión a nivel cardiaco, y mejorar con ello su salud a nivel general. Como consecuencia de la tensión arterial a nivel de las arterias, con el tiempo se produce el endurecimiento de ellas, la aterosclerosis lo que puede generar ataques al corazón y cuadros de accidentes cerebro vasculares. La serenidad que proporciona la Meditación, logrará disminuir su tensión general, su tensión muscular y con ello reducir la tensión arterial y mejorar la situación cardiaca.

La meditación le puede ayudar a mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos, sobre todo por la acción del “Darse cuenta”. Generando con ello además una comprensión más profunda de nosotros mismo y de nuestro entorno, a través de la serenidad y de la sabiduría. Además al disminuir la ansiedad, y aumentar la serenidad creará una situación de lograr mayores soluciones creativas a todas las situaciones en las cuales nos encontremos inmersos. La ansiedad y el estrés, generan una pérdida de visión tanto nuestra como del entorno, con la tranquilidad y la serenidad, esta visión se amplía y podemos ver, darnos cuenta, de mayor cosas que no veíamos por la ansiedad.

La meditación aumenta nuestra sensación de ser seres situados en el presente, aumentando con ello la comprensión de nosotros mismos y de nuestro entorno. Generando una mayor bondad hacia nosotros y todo nuestro entorno.

Mi religión es la bondad.
Dalai Lama

Conclusión

Aunque la meditación puede ayudarla a controlar el estrés, dormir bien y sentirse mejor, debería además ayudarse, mediante la sustitución en los cambios en el estilo de vida; como comer de forma más saludable, controlar su peso y realizar una actividad física regular. Recuerde que la Meditación es una forma de ayuda muy demostrada en la actualidad, y sobre todo no un sustituto de medicamentos o tratamientos médicos que su médico le haya prescrito.

Pruebe diferentes tipos de meditación para encontrar el que más le convenga y conviértalo en una parte regular de su estilo de vida saludable.